Cuentan las escrituras una historia en la que la fe es puesta a prueba. Luego de multiplicar panes y peces para alimentar a una muchedumbre, Jesús les indicó a sus discípulos que navegaran hasta la otra orilla del mar mientras Él iba a orar a un monte. Pasado un tiempo, un viento fuerte empieza a arreciar y pone en riesgo la barca de los discípulos. Ellos estaban asustados y solos. Las horas pasaban, y la situación era incierta. Hasta que a lo lejos advirtieron la presencia de alguien que iba hacia ellos caminando sobre las aguas. «¡Un fantasma! Y dieron voces de miedo», dicen las escrituras sobre la reacción de los discípulos. Pero, al instante, Jesús los calmó: «¡Tened ánimo; yo soy, no temáis!».
Entonces, sucede algo: Pedro, viendo con asombro a Jesús sobre las aguas, le pide que mande a que él también pueda caminar sobre el mar. Jesús le responde afirmativamente: «Ven». Así, Pedro baja de la barca y da unos pasos en dirección a Jesús. No obstante, al sentir el fuerte azote del viento, tuvo miedo y comenzó a hundirse. «¡Señor, sálvame!», gritó. Extendiendo su mano, Jesús lo rescató, al tiempo que le decía: «¡Hombre de poca fe! ¿Por qué dudaste?».
Luego, Jesús y Pedro subieron a la barca, y la tempestad cesó. Así, los discípulos se dieron cuenta del gran poder del Señor, lo adoraron y le dijeron: «Verdaderamente eres Hijo de Dios».
¿Cuáles son las enseñanzas de esta historia que encontramos en Mateo 14:22-33, Marcos 6:46-52 y Juan 6:16-21?¿Y cómo aplicarlas en nuestros días?
FE Y CONFIANZA EN MEDIO DE LAS TORMENTAS
La principal enseñanza de estos pasajes es la importancia de tener fe y confianza en Dios, incluso en medio de las circunstancias más difíciles y aterradoras de la vida. Jesús caminando sobre el agua demuestra Su poder sobre las fuerzas de la naturaleza y nos recuerda que Él está en control, incluso cuando enfrentamos situaciones que parecen imposibles. En contraparte, la duda es el obstáculo principal para recibir las bendiciones de Dios.
Aplicación: En momentos de adversidad, es vital mantener nuestra fe en Dios y confiar en Su soberanía. Saber que Él está con nosotros en medio de las tormentas de la vida puede brindar consuelo y fortaleza.
EL LLAMADO A DAR PASOS DE FE
La historia también destaca el episodio en el que Pedro pide caminar sobre el agua hacia Jesús. A pesar de su breve éxito antes de dudar y comenzar a hundirse, Pedro muestra la importancia de dar pasos de fe, incluso cuando enfrentamos desafíos aparentemente insuperables.
Aplicación: En nuestras vidas, a veces se nos llama a dar pasos de fe, a salir de nuestra zona de confort y confiar en Dios en situaciones desconocidas. Aunque podemos dudar en el camino, podemos aprender a confiar cada vez más en Dios mientras avanzamos en nuestra relación con Él.
EL RESCATE DE JESÚS
En la historia, Jesús inmediatamente extiende Su mano para rescatar a Pedro cuando comienza a hundirse. Esto refleja el amor, la gracia y la disposición de Jesús para ayudarnos cuando enfrentamos dificultades y fallamos en nuestra fe.
Aplicación: Saber que Jesús siempre está dispuesto a rescatarnos cuando nos encontramos en dificultades. El Señor nos brinda esperanza y consuelo. Nos recuerda que podemos acudir a Él en nuestras debilidades y que Su amor y gracia son inagotables.
RECONOCIMIENTO DE LA DIVINIDAD DE JESÚS
Después de que Jesús calma la tormenta, los discípulos reconocen que Él es el Hijo de Dios. Esto subraya la importancia de reconocer la divinidad de Jesús y Su autoridad.
Aplicación: En nuestros días, es fundamental reconocer la verdadera identidad de Jesús como el Hijo de Dios y Salvador del mundo. Esta confesión de fe forma la base de la fe cristiana y nos llama a seguir a Jesús como nuestro Señor.
En resumen, estos pasajes nos enseñan a mantener la fe y la confianza en Dios en medio de las dificultades, a dar pasos de fe en nuestra vida cotidiana, a confiar en el rescate de Jesús cuando fallamos y a reconocer la divinidad de Cristo. Estas lecciones pueden guiarnos en nuestra relación con Dios y en cómo enfrentamos los desafíos de la vida.
JESÚS ES LA ROCKA 